Autores Invitados

Lágrimas en el cielo

¿Sabrías mi nombre
si te viera en el cielo?
¿sería lo mismo
si te viera en el cielo?
debo ser fuerte
y seguir adelante
porque se que mi lugar no está 
aquí en el cielo.

¿Me tomarías de la mano
si te viera aquí en el cielo?
¿me ayudarías a leventar
si te viera aquí en el cielo?
encontraré mi camino
a través de la noche y el día
porque sé que no puedo quedarme
aquí en el cielo.

El tiempo puede abatirte
el tiempo puede ponerte de rodillas
el tiempo puede romperte el corazón
implorando piedad.

Más allá de la puerta
hay paz estoy seguro
y sé
que no habrá más
lágrimas en el cielo.


¿Sabrías mi nombre
si te viera en el cielo?
¿sería lo mismo
si te viera en el cielo?
debo ser fuerte
y seguir adelante
porque se que mi lugar no está 
aquí en el cielo.

Eric Clapton
Tears in heaven



MENTIRA

Es difícil vivir una mentira que se ha hecho realidad
una mentira que es más fuerte que la misma verdad
una mentira tan creíble que es difícil de negar
que comparada a la verdad siempre aparenta ganar
una mentira que hasta tú estas creyendo siendo tu el creador
una mentira que ha tomado el control
que ha sabido manipular la situación a su favor
y que ha tomado cartas en el asunto
para poner las pruebas a su favor
y esconder la verdad en un rincón,
donde nadie más que la mentira, sepa que no tiene la razón.

Jennifer E. Rosario Olio

Poema de René del Risco Bermúdez, publicados en el número 1 de la revista El Pan y La Palabra y posteriormente en la revista CULTURA, que publicaba El Nacional de Ahora, en fecha 12 de junio de 1983

Cuanta frustración arrastro
desde mi cruel nacimiento,
cuanto fracaso lamento
yo que pude ser un astro…,

Nací junto a los molinos
del central más moledor,
fuí chuchero, pesador,
mecánico, vagonero,
quise ser hasta listero
y hoy fuera administrador
pero un día, por amor,
me dio con ser pelotero.

Empecé siendo el primero
y más limpio fildeador,
magnífico corredor
y bateador de dinero;
Horacio mismo, tan fiero
como jugaba el beisbol,
reconoció mi labor
y en un acto justiciero
me hizo campocortero
y me puso de abridor.

Desde la Liga del Cine
hasta la Universidad
impuse mi calidad
igual que Aquiles Martínez;
y desde el día en que vine
del central a esta ciudad
en cada oportunidad
fui el Rey en todas los “Tines”.
Hasta que Paco Martínez
Me llevó a la adversidad.

Así llegué al Escogido
que jugaba en La Normal
poniéndome regular
junto a otros elegidos,
(no he dicho que en años idos
fui hasta La Habana a jugar,
y en verdad no lo hice tan mal
aunque una noche hice un  tiro
que casi mata a un guajiro
que estaba en La Tropical).

Pues bien, con los escarlatas
me llegó mi Waterloo,
Gallego me lo advirtió
Y lo repitió Fiallito.
Pero yo, que era un gallito
me burlaba de los dos
y casi me creía un Dios
frente a Tineo, Fiquito,
Bragañita, Tetelito,
Pella, Enrique Veloz,
Pirinfo y Rufo, los dos
desnutridos y chiquitos,
bateadores de chorritos
A que no le llegaba yo¡?

Pero el Licey trajo un día
a un monstruo sin compasión
que en la primera ocasión
le dijo a Cuso García:
“Mr. Cuso, yo quería
Dedicarle a usted un jonrón”.
Con un bate cabezón
afinó su puntería
y cuando toda la gradería
callaba de la emoción
que daba aquel gigantón
con el bate que blandía
por señas yo le pedía
a Pepe sustitución.
Me atacó una indigestión,
gripe, infarto, celulitis,
algo de conjuntivitis,
hipo, colitis, presión
alta y baja, una oclusión,
la tos ferina y gastritis,
y como no me sacaban
 en tan grave condición
de tan honda indignación
se me declaró una artritis.

Y Perry dio su batazo,
me cuentan que conectó
una curva que rompió
un poco cerca del brazo.
Cuando dio su aldabonazo
la tierra toda tembló
mi guante se descoció,
mis spikes se desprendieron
y cuentan los que me vieron
(unos tres mil, pienso yo)
que la bola me pasó
a tres metros, más o menos,
yo caí, me recogieron,
me acostaron en el jón,
y en aquella situación
¡momento grave y severo!
Dejé de ser pelotero
y cambié de profesión.

He tenido profusión
de profesiones y empleos;
he dado mil zigzagueos
en una y otra cuestión.
He vendido desde ron
hasta espacio de parqueo,
he sido líder y reo,
pacifista, agitador,
fotógrafo, director
(de programas y turberos)
crítico demoledor,
seudo-burgués-guerrillero,
derrochador de dinero,
hippie un día, otro señor;
bailarín declamador,
fanático de torrero,
de  pintores y de obreros,
bohemio y discutidor,
arbitrario defensor
del de abajo, caballero
perfumado y altanero,
medio dentista y doctor,
sofista e inventador
del concepto más austero,
medio-partido, o entero,
galante y conquistador,
me casé bajo el fragor
de unos tragos en Consuelo,
umn minuto soy soltero
y otro, esposo adorador.
Barbudo, por luchador
y también por figurero,
“siempre me doy por entero”
cuantas más veces mejor.

“Que es usted?”, si me preguntan
en un barrio ¡”Locutor”
en un salón ¡”Escritor”
en un patio ¡”Tamborero”
en la iglesia soy santero
y en la calle….Yo, que soy?
soy esto, aquello, yo soy,
el que fui ayer, el de hoy,
el de mañana, el que espero,
el que quise o el que quiero,
y yo por fin, yo quien soy?
no me contestan, que hoy
como ayer, mejor prefiero
sentirme como yo quiero
por eso cambiando voy….




Smowtion