El Ayuntamiento del Distrito Nacional o como le quiera llamar el síndico Roberto o Enemérito Salcedo o como se llame, que se ha destacado por patrocinar insistentemente la destrucción de las áreas verdes de Santo Domingo, desde sus principales avenidas hasta sus parques, plazoletas y demás. Ahora, y continuando con su política de destrucción de las zonas verdes, ha decidido que le toca el turno al Parque Mirador, donde se ha comenzado una tala asombrosa de árboles dejando gran parte del espacio de esparcimiento llena de ramos secos, agonizantes, ya que los troncos fueron transportados fuera de la escena del crimen.
El gran crimen (llamado arboricidio por otros medios) contra uno de los principales pulmones y laboratorio de aire puro de la capital se hace con gran precisión por una administración municipal que se ha caracterizado por estos desmanes en contra del bien común, y que extrañamente los munícipes de aquí han premiado otorgándole tres períodos consecutivos al frente de la administración de la ciudad. Ojalá que no se dé cuenta que existe el Botánico, el Zoológico y otras áreas emblemáticas de Santo Domingo.
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