martes, 25 de agosto de 2015

La Madre

Pareciera como si las palabras exactas para recordarte te las hubieses llevado contigo, Tan difícil recordar a quien no se puede olvidar, tan difícil escuchar tu voz en este elipsis que se abre campo insensatamente en la bulliciosa ciudad, en la casona casi desierta, entre tus pasos silenciosos; ahora.

Y se hace tan inmensamente pequeño ese miedo en las mañanas a perderte con esta realidad de tu ausencia absoluta en cada rincón de la casa, en cada taza de té no servido, porque no estás, en esa búsqueda de unas manos que me han abandonado, sin darme tiempo a tratar de retenerlas.

“Nunca dejes de quererme, Ramón”, me parece estar escuchando tus palabras esparcirse en el aire caliente de la noche, cuando el sueño empieza a merodear, confundiendo los sonidos con los recuerdos. Como sería bueno abrazarte una vez más, robarme unos minutos de tu tiempo, olvidarme por un segundo de:


Las lágrimas que me separan de ti.

Smowtion