domingo, 30 de mayo de 2010

El Paraiso

Durante esta semana estaremos desarrollando este corto cuento que esperamos sea del agrado de los que están gastando, minutos de su tiempo en nuestra bitácora, espero les guste.

I.-

-¿Cómo comenzó todo?, preguntó la defensa.

-Era un día solo en casa para mí, los viejos no vendrían hasta la noche. “Que vaina, no encuentro que hacer”, dije metiendo mis manos en los bolsillos de atrás del pantalón y luego la derecha hacia el vaso que me calmaba la sed.

-¿Y luego que?.

-Luego…., me senté en una silla de madera que había tras de mi, arrastrándola para seguir mirando por la ventana tras el vaso con algo de licor aguado. Era una tarde hermosa, el sol calentaba la tierra de manera diferente y pintaba el cielo de rosa: era hermosa aquella tarde…

-Protesto señor Juez, interfirió el fiscal, no veo razón para hacer descripciones de carácter climático en estos momentos en que se debaten asuntos de tanta trascendencia para el futuro de nuestra sociedad.

-A lugar, continúe con los asuntos realmente pertinentes por favor.

-Me levanté de la silla, prosiguió haciendo su declaración el joven Horacio, y tomé las llaves de mi moto que estaban sobre el escritorio, dejando sobre la mesa del teléfono (cuando ya iba saliendo de la casa) el vaso, donde aún quedaban unos trozos de hielo. No busqué ni el viejo osito plateado que guardaba en una caja de cigarros, ni el casco protector que odiaba tanto.

-Las calles estaban casi desiertas (era domingo en la tarde) yo manejaba la moto sin saber a donde ir, realmente tenía en mi mente muchas ideas, pero ninguna en específico guiaba mi andar aquella tarde. Miré esa montaña por primera y última vez tan cerca de mi, en verdad por un momento, formé parte de ella: la abracé, la besé, sentí su abrupta superficie en todo mi cuerpo…, supongo que me apartaron de ella, pues luego pude ver personas a mi alrededor, unas me miraron con indiferencia, otros con lágrimas en los ojos, ¡no lo entendía!

-¿Eso es lo último que recuerda de su estadía en aquella segunda fase?

En la vida espiritual hay tres grandes fases: la pre-natal, la vida y la muerte o vida eterna.

Continuará...

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