Carolina Alcantara y Rosa Jiménez narraron como fueron engañadas por una señora de nombre Clara y quien les cobró dinero por enviarla como doméstica a San Martín, siendo otra la realidad que vivieron las jóvenes juntas con otras ocho que aún permanecen secuestrada en el referido prostíbulo. En el referido lugar se les golpeó, por negarse a trabajar, les sacaron las uñas entre otros castigos físicos y emocionales. Las valientes jóvenes piden a las autoridades que acudan en auxilio de las restantes dominicanas que se encuentran secuestrada en ese lugar. Esperemos que nuestras autoridades actúen y que el gobierno (este es un pedido para joder) haga las correcciones en nuestra sociedad para que nuestra gente no tenga que pasar calamidades en otras tierras donde no siempre será mejor que aquí, pero está la esperanza.
No es aumentarse los sueldos los legisladores innecesarios, los funcionarios que no funcionan, no es haciendo viajecitos a cualquier parte del mundo ha hablar boberías o haciendo inauguraciones de cosas que están hechas desde hace décadas o de inicios del año escolar; Es una vez, una sola vez actuar como dice el pedacito de papel ese con el que tanta veces se han limpiado sus suciedades, es una única vez actuar dignamente, es una sola vez hacer lo que hay que hacer aunque no les beneficie.
ver El Nuevo Día
No hay comentarios:
Publicar un comentario